Con mucha alegría –literal- queremos contarles que es pasado fin de semana del 13, 14 y 15 de agosto, hemos recibido en Buenos Aires a los diferentes grupos de animadores crisolistas del país. De los mismos, participaron Mendoza, Tunuyán, La Paz, Córdoba, La Carlota, Paraná, Avellaneda y Caballito. Ellos lo dejaron todo, y con mucho esfuerzo viajaron y se dispusieron a convivir con otros.
El encuentro estuvo bendecido por Dios, los jóvenes se han encontrado, han disfrutado, se han conocido, han compartido experiencias enriqueciéndose unos a otros… animándose unos a otros. Es reconfortante como hermanas, y como equipo, “verlos crecer ante Dios” (parafraseando al Padre Torres). Personas maravillosas y simples que disfrutan del encuentro con los demás y que están deseosos de servir mejor a los más pequeños, jóvenes y adolescentes y buscan a Dios en todas las cosas, y lo irradian también en todo: en las risas, los juegos, las canciones, las bromas, los partidos, etc.
Las actividades se dividieron por día, en tres ejes, que corresponden a las dimensiones de la espiritualidad Mercedaria del Niño Jesús:
El sábado abordamos la dimensión Eucarística, y en la adoración de la mañana tomamos consciencia de nuestro cuerpo y nuestra identidad, de cómo Jesús nos ama tal y como somos y nos llama a desplegar nuestra plenitud, y colocamos nuestros deseos que incluir, desde Crisol, a quienes vemos que están quedando fuera de la mesa de Jesús. Por la tarde tuvimos un testimonio y charla del grupo El Centurión que acompaña, en la Iglesia, a las diversidades sexuales que quieren seguir siendo parte de ella y no renuncian a ese amor de Jesús. Más tarde, vinieron los chicos del Serpaj para darnos un curso de recreación, ¡qué manera de aprender jugando!, el material también estuvo bueno y luego cerramos la noche compartiendo un fogón y danzas, con diferentes tips.
El domingo hemos tratado de vivir nuestra dimensión redentora, pensando en la oración en toda nuestra Casa Común que gime con dolores de parto. Y compartiendo nuestros deseos de colaborar en la misión redentora de Jesús, en nuestros contextos, comprometiéndonos a transformar realidades desde nuestra pequeñez, como lo hizo el Señor en la pascua. ¡Al mediodía compartimos almuerzo con hermanos de calle y hasta un cumple tuvimos!! Ese día tuvimos un taller de la mano del Movimiento Laudato Si’, y por centro pudimos armar proyectos ecológicos crisolistas. Más tarde, el padre Ricardo López nos bridó su testimonio de ser embajador para la paz por su obra en el barrio el Volcadero de Paraná, y culminamos el tema con una hermosa Misa de domingo. Por la noche, luego de un rato de baile, nos divertimos con un juego nocturno de luces y sonidos.
El último día, día de la Asunción, quisimos vivirlo desde nuestra espiritualidad Mariana… salir al encuentro de los pequeños, auxiliar y liberar, socorrer, sanar… por eso tuvimos una increíble charla con dinámicas por parte de la ONG Escenarios Saludables, que trabaja con empeño en la prevención de suicidios. Hubo mucho que charlar y tabúes que derribar. Luego tuvimos por parte de la joven Rocío García País, una charla sobre primeros auxilios y RCP. En el almuerzo de despedida, algunos crisolistas hicieron su compromiso.
Gracias de corazón a todos los que hicieron posible que se pueda llevar adelante este encuentro, aún seguimos decantando resonancias y compartiendo recursos e ideas entre todos. La gran familia, la comunidad de Crisol se ha renovado y lo seguirá haciendo porque es eso: movimiento. Gracias Jesús, gracias María, porque la libertad nos abraza en el camino.
Equipo coordinador.