Con gran alegría compartimos el generoso regalo de Dios a nuestra Congregación: los votos perpetuos de las Hnas. Paula y Verónica.
En una emotiva celebración, nuestras Hermanas, pronunciaron su consagración para siempre. Nos comprometemos a rezar por ellas y las encomendamos a sus oraciones.
«La señal de Cristo está en nuestra frente y en nuestro corazón… en nuestra frente para confesarle siempre, y en nuestro corazón para amarle… en nuestro brazo para hacer el bien», la vida consagrada en efecto es una continua llamada a seguir a Cristo y a conformarnos a Él. «Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los pobres, sus gestos, su coherencia, su generosidad cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega total, todo es precioso y le habla a la propia vida».
Papa Francisco