La hermana Rafaela ya tiene 103 años. Es la única religiosa que tuvo el privilegio de conocer personalmente al fundador del Instituto Hermanas Mercedarias del Niño Jesús.
Por Elizabeth Aeschlimann y Gisela Trento
ESPECIAL PARA ENCUENTRO
Uno, dos y tres pasos hasta la puerta que da al pasillo. Cinco más y llegaba hasta la sala común a rezar. Así estudiaba su andar la Hermana Rafaela. Sabía que en poco tiempo iba a perder la vista y en lugar de desanimarse, con sus noventa y pico, simplemente se preparaba para recibir esa nueva condición. Lo hacía con la energía que le daba saberse hija de Dios y cumplidora de su dulcísima Voluntad. Tantos años de perseverancia habían calado hondo y una seguridad extraña a ella dejaba en claro a cualquiera que ese era un paso más a la Casa del Padre. De aquel episodio pasaron diez años y Rafaela ya tiene 103. Es la única que tuvo el privilegio de conocer personalmente al fundador del Instituto Hermanas Mercedarias del Niño Jesús.
Fue el Venerable Fray José León Torres quien fundó la congregación el 1ro de octubre de 1887 en la ciudad de Córdoba. Como sacerdote mercedario tenía una fuerte conciencia de la necesidad de servir liberando esclavitudes. Una misión que en este tiempo se traduce en la liberación de la esclavitud que produce la ignorancia y la deshumanización.”
Todo acto de redención es un acto de amor”.
Los recuerdos de la hermana se dispersan y se congelan en su mirada de niña. “Por la ventana del colegio lo veíamos pasar por el camino a la quinta de frutales que él mismo había plantado. Las religiosas no íbamos a esa quinta”. En ese entonces el padre Torres ya era provincial y tenía 37 años. Este sacerdote, la formó con la Confesión y la Eucaristía. A ella y a muchísimas más, y todas dieron el ‘si’ a Dios.
Fray León Torres
Hijo de agricultores y nacido en un pueblo de traslasierra, en 1849 entra en la Orden de la Merced a los 14 años. Al año de su ordenación recibe la tarea de ser maestro de novicios y pocos años después vicario provincial. Fue elegido como Superior Provincial por seis períodos consecutivos. Los que lo conocieron coinciden en considerarlo un hombre de autoridad, porque sus decisiones iban acompañadas del peso de su ejemplo.
Dio impulso a la Orden de la Merced y fundó la Congregación de las Hermanas Mercedarias en una época de marcado corte laicista anticlerical. Pocos días antes de morir, ya debilitado en su físico aunque no en su espíritu, fue a visitar a sus queridas hijas espirituales en Alta Córdoba. Entre ellas estaba Rafaela quien al poco tiempo de hacer los votos definitivos fue maestra de novicias, luego superiora, rectora y finalmente integró el Consejo General hasta los 95 años. Hoy, con más de un siglo de vida, una de sus alumnas ya convertida en madre superiora se encarga de cuidarla con infinita paciencia y sincero cariño. “Esta es una casa de Pascua” explica la Madre Magdalena, quien está junto a Rafaela. Es la responsable de pastorear a las hermanas de comunidad como Superiora y así se refiere a la Casa Madre que posee la congregación en el corazón de manzana de calle Fragueiro. Actualmente son veintiuna hermanas y quince de ellas de mucha edad, la mayoría también están enfermas. La misma Rafaela, último testigo directo del paso del venerable fundador por este mundo, recordó: ¨En segundo año empecé con el tema de la vocación estando en el colegio de las hermanas Mercedarias. En el recreo largo me iba al Santísimo a rezar¨. Ahí empezó todo.
Frente al Santísimo
El mismo lugar donde Rafaela descubrió su vocación, está junto al portal de entrada de la casa de las hermanas. Allí hay una humilde puerta que lleva a un espacio donde el cielo y la tierra se unen especialmente: es una pequeña habitación donde Dios Hijo, Jesús Sacramentado, es el centro y se encuentra siempre expuesto para sanar, dar consuelo y realizar milagros a quien se lo pida. De día y de noche, todos los días del año. En la capilla de adoración perpetua no hay feriados. Siempre hay un adorador comprometido cada hora y muchísimos visitantes. Algunos, como Sofía, lo acompañan para agradecerle: “yo vengo desde el comienzo, desde que se inauguró el 8 de julio del 2011 y la verdad que venir es un bálsamo de paz”, comenta esta vecina de barrio Alta Córdoba. “He llegado a estar hasta cuatro horas. Parece que no pasa el tiempo aquí adentro”, señala y luego se arrodilla y le dice a su Dios que se ha hecho tan cercano, que le agradece su presencia y se pregunta lo que hará por Él.
800 años
La Orden de la Merced camina rumbo al jubileo de su octavo centenario.
Uno de los principales festejos será en Córdoba del 8 al 11 de octubre. Cientos de sacerdotes, religiosos y laicos de todo el mundo debatirán sobre los niños y adolescentes en riesgo en el IV Congreso Internacional Mercedario y el II Congreso Nacional sobre Esclavitud y Cautividad.
El encuentro contará con ponencias académicas y también con “espacios de compromiso” que incluye actividades y proyectos realizados con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
El objetivo es que estas experiencias concretas puedan ser imitados o motivar nuevos emprendimientos. Esta actividad clave en el programa mundial se realizará en la casa de Rafaela, el Instituto de Hermanas Terciarias Mercedarias del Niño Jesús.
Fuente: Periódico Católico Encuentro
1 comentario
Muy lindO TESTIMONIO, esto hace creer mucho más en un Dios Redentor