La Familia mercedaria celebra con alegría, el día, en que Dios, inspirado por María de la Merced, suscitó e impulsó a San Pedro Nolasco, la fundación de nuestra amada Orden. Un 10 de agosto de 1218, un joven comerciante, descubre el mercado de los cautivos cristianos, privados de libertad y oprimidos en su dignidad de seres humanos y se convierte en nuevo mercader de la libertad. Renuncia a trabajar para su propio beneficio, entrega su vida y todos sus bienes para redimir cautivos, como el gesto más grande del Amor de Dios.
Como hijas/os de Nolasco, renovemos hoy, nuestro corazón Mercedario, para ayudar, visitar, consolar y redimir a los hermanos en situaciones opresoras que amenazan su dignidad de persona y ponen en peligro su fe, dignidad y libertad de hijos de Dios.
Te confiamos Señor, la vida y la misión de la Orden para que, apasionados por la vida y la libertad, salgamos a las nuevas periferias de la esclavitud, escuchemos el clamor de los cautivos de hoy y los abracemos con tu consuelo y misericordia que sana.
FELIZ Y BENDECIDO DÍA FAMILIA