La celebración de los abuelos de Jesús se ha convertido en una tradición en nuestra familia de Hermanas Mercedarias del Niño Jesús, es el momento de ser agradecidas y reconocer la labor de nuestras hermanas mayores, quienes desde muy jóvenes han vestido el hábito religioso, poniéndose a la siembra sin miedo, con amor y tenacidad.
Hoy las más jóvenes vienen a buscar ternura, a beber de la savia de la experiencia de estas mujeres que lo han dado todo por amor a Jesús.
El encuentro entre Aspirantes, Postulantes y Hermanas mayores se dio de la siguiente manera un momento de oración, en el cual recordamos nuestros abuelos, reflexionamos en las palabras de su Santidad el Papa Francisco “Pienso en los abuelos, hermosos como estos árboles frondosos, bajo los cuales los hijos y los nietos realizan sus propios “nidos”, aprenden el clima de familia y experimentan la ternura de un abrazo. Se trata de crecer juntos. El árbol exuberante y los pequeños que necesitan del nido, los abuelos con los hijos y los nietos, los ancianos con los más jóvenes. Hermanos y hermanas, necesitamos una nueva alianza entre jóvenes y ancianos, para que la linfa de quien tiene a sus espaldas una larga experiencia de vida irrigue los brotes de esperanza de quien está creciendo. En este intercambio fecundo aprendemos la belleza de la vida, construimos una sociedad fraterna, y en la Iglesia permitimos el encuentro y el diálogo entre la tradición y las novedades del Espíritu”.
Al finalizar la celebración se compartió un ágape en el cual no faltó la alegría del canto y la actuación.