El Papa Francisco recordó, esta mañana en la Celebración de la santa Misa, que el cristiano debe mantenerse siempre humilde y alejarse de la tentación del triunfalismo.
“Que el Señor nos salve de las fantasías del triunfalismo, porque el triunfalismo no es cristiano, no es del señor. El camino del señor es el camino de cada día, en la presencia de Dios”.
El Papa dedicó su homilía a reflexionar sobre las palabras de Gamaliel al Sanedrín, en las que pide esperar para ver qué pasará con los seguidores de Jesús.
“Este es el consejo sabio para nuestra vida, porque el tiempo es el mensajero de Dios: Dios nos salva a través del tiempo, no del momento. A veces hace milagros, pero en la vida común, nos salva con el tiempo”, nos salva “en la historia”, en la “historia personal” de cada uno.
El Papa recordó que el Señor no se comporta “como un hada con su varita mágica, sino que por el contrario, da la gracia, y dice – tal y como decía a aquellos a quienes sanaba -:”Camina en tuvida, da testimonio de todo lo que el Señor hace con nosotros”.
“Por tanto, el Señor enseña que en la vida no todo es mágico, que el triunfalismo no es cristiano. Porque la vida está hecha de una normalidad vivida con Cristo, y cada día”.
“Esta es la gracia que tenemos que pedir. La de la perseverancia. Ser perseverantes en el camino del Señor, hasta el final, todos los días”, concluyó.