El Papa Francisco en su “Encíclica Laudato Si”, nos hace un fuerte llamado a la unidad para cuidar la casa común: la tierra. En el N°14 nos recuerda explícitamente: “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades “.
La comunidad religiosa de Conocoto, en su vista a una provincia de la amazonia ecuatoriana, nos comparte la riquísima experiencia de haber podido conocer comunidades indígenas y valorar sus formas de vida y la profunda conexión y armonía con la naturaleza, que les permite la conservación de los recursos naturales, el cultivo sostenible de alimentos.
Damos gracias, porque los pueblos originarios, nos enseñan que es posible un cambio radical de la casa común, desde un estilo de vida que respete la vida y los recursos naturales.